Yo pienso que no, desde luego. El otro día me comentaba el melón de Irimi cómo ha crecido la afiliación al partido pirata en los países escandinavos, algo que aquí va a costar que pase, ya que muchos pensamos que más vale un voto útil (a la opción que menos te desagrade pero con posibilidades) que votar a un partido con cuyas ideas puedes estar más de acuerdo pero que dudas que por número de votos vaya a obtener representación legislativa y por tanto defender tus pensamientos en el parlamento.
Como yo lo veo, el partido pirata sólo se ha equivocado en su nombre, ya que las connotaciones del término pirata son, sin lugar a dudas, malas. Pero, aunque no he estudiado a fondo sus ideas, me temo que va mucho más allá de parar la criminalización del P2P y una formación política que abogue por la meritocracia, la buena gestión de los impuestos, una internacionalización/globalización bien entendida –comunicación– sin perjudicar el desarrollo local en cada región.
No estoy yo para escribir un programa político, pero me gustaría… porque no encuentro opciones que me satisfagan y creo que alguien “bueno” que fuera capaz de afrontar cambios que todos sabemos que son necesarios pero impopulares que después de sentar unas bases para un estado más justo fuera capaz de abandonar el puesto y dejar que una vez bien organizado fuera progresando la cosa por sí sola en sucesivas votaciones. Ahora átame esa mosca por el rabo y dime a quién le encargarías ésto…
Pero no quería yo sólo protestar de nuestra falta de europeidad por lo del partido pirata, eso ha venido de rebote hablando de otra cuestión que me hace ver nuestra falta de europeidad y, puede que también, de educación. Los perros.
Recientemente hemos adoptado una perrita, pequeña, unos 3 kilos y tamaño muy amanoso. Una preciosidad muy simpática que nos está complicando la existencia por tonterías: no puedes entrar a la panadería con ella, ni en el mercadona, ni en una galería comercial sin tiendas de alimentación, ni en el restaurante … y no me parece bien. Un perro educado es un perro educado con amos educados y por lo tanto puede que moleste menos que ese señor sin perro que fuma su puro a mi lado en el restaurante, y que sea más salubre que los animales que sin duda habrán en los grandes centros logísiticos de las cadenas de alimentación.
De verdad, ¿puede ser insalubre que un perro entre en el OpenCor? Si está todo envasado!!! O en en El Corte Inglés, al menos en lo que no es supermercado. Que sí, que la salud está muy bien, pero no creo que el que un perro se siente debajo de mi mesa mientras como dentro del restaurante vaya a disminuir la salubridad de lo que se hace en su cocina. Y si el amo y el perro son educados, no va haber problema y si no lo son el problema lo vas a tener en cualquier sitio.
Si alguien es pulcro y educado no dejará que su perro haga ciertas cosas y se preocupará por él y sus actos, así que no hay problema en que acceda a una tienda de alimentación donde no se está en contacto con la comida, el que ha de tener el carne de manipulación de alimentos es el que atiende no el que va a comprar. Entiendo que le digan al dependiente que no toque los animales, eso tiene sentido (aún teniendo grifos y jabón), pero no entiendo lo demás… Me parece un prohibicionismo bastante innecesario y estúpido.
Siempre que el perro no esté en la cocina tocando todos los alimentos o detrás de la barra o mostrador atendiendo y en entornos de comidas empaquetadas … ¿qué problema hay? Y no me digas que ladran o gimen o pueden ser incorrectos, hay gente mucho más incorrecta e improcedente en cualquier sitio… desgraciadamente. Pero pueden entrar por ser personas, impresentables, pero personas.
Ya se que todo esto de dejarlo en un nivel de razonabilidad y lógica es jodido porque cada cual tiene sus niveles … pero vamos, creo que con un poco de educación y cultura general, se podría saber bastante bien donde están los límites. De verdad, prefiero una cagada de pero en el alcorque de un árbol ala vomitona de un borracho en la puerta de mi finca (lo segundo es mucho más habitual).
Todo ello dicho por alguien que piensa que no deberíamos “tener” perros … aunque supongo que cuando una perra pequeñita te elige de amo … poco puedes hacer.