Enhorabuena Valencia!!! El texto a continuación, para mi vergüenza, ha estado “casi a punto” desde principio de julio, pero no me he sentado en paz hasta hoy. Y justo esta mañana me he enterado que hemos vuelto a conseguir la copa y hace unos días que algunos de los problemas que resaltaba se habían “resuelto” (como el de los inmigrantes hacinados bajo el puente de Ademuz).
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Bueno, pues ya ha ganado el Alinghi. A ver si ahora repetimos Copa de la América en Valencia o no.
Nunca he sido muy partidario de este espectáculo puesto que mi primera información sobre él fue que un conocido había preguntado el precio de una casa el día antes de proclamarse sede de la Copa de la América la ciudad de Valencia y al día siguiente de la noticia cuando pretendía volver para asegurarse, dar la señal y demás pasos legales, el precio había subido significativamente: de 140.000 a 240.000 euros. No está mal en dos días.
Luego no me ha parecido que haya traído a la ciudad todo ese dinero que la gente en la calle te decía “va a ser muy bueno para los valencianos, porque van a dejarse aquí el dinero”. El único dinero que se han dejado es el de la hostelería y el boom inmobiliario. Y sin solventar el puente de la vergüenza (puente de Ademuz).
El de la hostelería, ya digo, no me entusiasma porque no deja mucho futuro, vamos a ser la ciudad de los camareros, en vez de la ciudad de los ingenieros, los consultores, los médicos, la investigación… El inmobiliario me duele todavía más porque significa que la cosa de los pisos va a seguir estando muy difícil.
Por último el mismo día que en las noticias se hablaba del dinero que dejaba la copa de la América en Valencia (basadas en las declaraciones de un chico al que le habían dejado ¡¡40€!! de propina, las mismas noticias nos contaban como este año ha habido un gran recorte en los presupuesto de vacaciones, incluidas en Valencia.
La verdad es que el de la propina explicaba luego que la propina era porque no tenia cambio; en vez de avergonzarse de no tener cambio en su tienda –es su obligación–, se alegra de una propina que a él no lo sacará de pobre y significa menos que nada para una de esas personas que han venido en sus yates a la ciudad (posiblemente, su tiempo valga mucho más que esos 40€, así que en realidad estaba ahorrando). Pero mira, salió en las noticias, sus 15 (segundos) de fama.
Y la crisis del turismo puede estar al caer, empieza a haber problemas en la costa mediterránea, porque nadie quiere veranear entre construcciones y más construcciones, como podemos encontrar en el litoral mediterráneo, desde Denia hasta Alicante…
Sin embargo, ha habido días en que el buen ambiente en la ciudad ha podido con mi crítico punto de vista. Hasta tal punto que he llegado a desear que ganara el Alinghi por la oportunidad de que, en efecto, se repita aquí el evento.
Por ejemplo hace un par de fines de semana la ciudad estaba animadísima e incluso esos locales de hostelería con los que soy tan crítico intentaban hacer algo distinto para promocionarse. Por ejemplo, Matisse realizó un reparto de “flyers”
novedoso para nuestra clasicona Valencia
Nada que no hayas visto antes, por ejemplo, en Ibiza, pero que aquí llama la atención, organizado por Immersion.
Así que se me ocurren algunas buenas razones por las que, ya puestos, podríamos repetir. Para empezar no desperdiciar la arquitectura efímera, espero que no lo fuera en exceso y se puedan rentabilizar las construcciones de las bases de los equipos y toda la infraestructura y locales del puerto.
De igual manera que podría rentabilizarse la inversión general de la ciudad y generar algo de retorno de esos 9.000 millones de Euros que se dice que nos ha costado la fiesta.
Lo que me sorprende, siguiendo esta lógica, es que ya se hablen de de 18.000 millones de euros para la próxima edición. Me parece que debería haber mucha más transparencia en todo este gasto. Igual que la extraña necesidad de duplicar el gasto del Circuito de Cheste con un Circuito Urbano. A gastar, que paga el ciudadano.
Con esas cifras se deberían solventar problemas mucho más avergonzantes como el de los inmigrantes bajo el puente de Ademuz o tratar de paliar el problema de la vivienda. Comentaba ayer con un amigo cuantas casas de alquiler bajo se podrían patrocinar con esos importes y, de verdad, salen un montón.
Lo que no parece muy razonable, al menos no me lo parece a mi, es detener una necesaria inversión en el puerto, como se está hablando, porque lo piden los millonarios de la Copa de América. ¿No nos estaremos preocupando tanto del pan para hoy que nos olvidamos de que mañana igual podemos pasar hambre?
También creo que la ciudad de moda y la redistribución de los ingresos generados por la inversión en la Copa de la América puede generar una mayor inversión empresarial, pero esperemos que esta vez sea menos orientada a los servicios y la hostelería y mucho más a empresas serias que generen ingresos en cualquier circunstancia y no sólo si las condiciones climáticas son favorables (como el turismo).
La propia capacidad de la ciudad para absorber grandes eventos también es importante, porque retroalimenta la celebración de éstos y nuevamente estaremos a tiempo de seleccionar los que dejen a su vez un mejor recuerdo y posicionamiento de Valencia, como la ciudad que queremos.
En fin, que la Copa de América no es la vacuna contra el SIDA ni ninguna maravilla que resuelva los problemas del mundo, hay que tomarla en su justa medida. Está bien, pero no es la solución a todos nuestros males aunque traiga por aquí a Demi Moore. Lo importante es se canalicen bien las inversiones, de la mejor manera posible y que en esta ocasión salga todo mejor para todos. A ver si los políticos responden y esta vez sí significa riqueza para TODOS los valencianos…