Actualizando: Se empieza a regular el crowdfunding, en el blog salmón (25/10)
Y otra actualización vía El Blog Salmón, hoy 27 de de octubre: Experiencias de crowdfunding en el Estado español y Cataluña.
El estudio en pdf.
Esto se mueve y me encanta.

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Aquí el artículo antes de los updates.

Vía @Prodigia leí a principio de septiembre El ‘crowdlending’ español revoluciona la empresa: financiación colectiva al servicio del emprendedor”. Ahi encontré un enlace a Socios Inversores, empresa de Equity Crowdfunding.

Ya una vez había escrito en los comentarios del blog de Rodolfo Carpintier que tenían que instrumentalizarse las inversiones de crowdfunding y encontrar este artículo, y todavía más el enlace a Socios Inversores, me hizo retomar las “ganas” de escribir sobre este tema de las financiaciones “multitudinarias”; cómo dinamizar las inversiones de “crowdfunding” para pasar de una donación “a fondo perdido” a una donación “reconocida” (y con el beneficio fiscal corresponidente) o incluso una participación bien estructurada en la empresa resultante de la financiación (stock-options).

El mismo Rodolfo Carpintier, en Vivir de Internet, hablaba de la posibilidad más cercana que nunca de que algunos autoempleos se conviertan en empresas (creando empleo) … y yo me preguntaba si no se podría acelerar ese proceso (de autoempleo a contratar) a través de nuevas fórmulas de financiación.

Mientras le daba vueltas y más vueltas al tema en el que no soy experto y al que no sabía como enfrentarme, otro artículo en Startup Professionals volvía a retomar la importancia del papel de los “freelancers” como los nuevos emprendedores, lo que de nuevo puede requerir medios de financiación para una aceleración y una reactivación del empleo.

A este respecto cabe señalar el nuevo mercado de la impresión 3D parece que podría abrir un nuevo mercado industrial local… así que las inversiones en este tipo de proyectos van a ser demandadas muy pronto. Se dan las circunstancias para una eclosión de microempresas capaces de ofrecer un valor muy definido y una alta especialización si tienen los fondos para arrancar (esperemos que no tan pequeñas como para no crear empleo).

Y 4 semanas después llega Enrique Dans y retoma el tema con “La segunda etapa del crowdfunding: vendiendo acciones en lugar de productos” con el caso de una empresa (alemana) que ya ha hecho algo parecido a lo que me habría gustado saber explicar.

Justo tratando de ponerme a escribir esto leo un artículo en Forbes que tenía en alguna “lista de pendientes”… What is the newt crowdfunding evolution? también reciente. Estoy en la onda…

Y unas semanas despues intento cerrar este Pensamiento Sin Elaborar Demasiado, que al final va a estar más pensado de lo que yo mismo creía.

Al participar hace ya años en Kiva y en Watsi, hace algo menos, estuve pensando que esos préstamos que yo considero donaciones (porque realmente los haces desde la tarjeta y los haces con el ánimo de ayudar, más que el de convertirte en prestamista) debería ser posible desgravarlos … si los recuperas ya veremos la manera en que tributan, pero si se prestan recurrentemente, pues la cosa está clara, no lo haces para recuperarlos con una plusvalía.

Con el tiempo, Rodolfo Carpintier escribió sobre la mala legislación del crowdfunding en España y como ésto podría ser un problema para su despegue. Recientemente participé en el  crowdfunding en favor de la publicación del primer número de la revista “Anarquista Individualista”. Ahí descubrí que en algunos casos el crowdfunding es una venta anticipada (que sólo se consuma si hay suficiente financiación anticipada).

Pero cabe la posibilidad de que dones, sencillamente sin esperar nada a cambio. Y debería haber un recibo más formal de las donaciones realizadas, de modo que pudieran acumularse todas tus donaciones de cara a desgravar en la renta ¿no? Para ello supongo que esas páginas tendrían que complicarse más la vida con complejas fórmulas legales, pero los usuarios, tanto “funders” como buscadores de capital se encontrarían en un terreno que actualmente no se si el marco legal es el mejor (todo mediante pagos por paypal que no parecen dejar claro del todo cuál es el objeto de tu “gasto”…).

¿Y si lo que se plantea es crear una empresa, financiarla? Otro artículo publicado recientemente al que llego a través de @ramonramon sobre los casi 10 millones de euros que ha movido en España el crowdfunding en 2012, pone de manifiesto la necesidad de gestionar esto de otra manera (a la vista de que ya hay participaciones resultantes de los pequeños préstamos).

Parece que si queremos estimular las inversiones empresariales facilitando a las personas que a lo mejor no pueden “pagar un “ticket” de 50.000 euros para financiar el proyecto que les gusta pero si un “ticketillo” de 500 euros, por ejemplo (o incluso de menos), el camino va a estar en regular rápidamente esas inversiones, para lo que podría hacer falta:
– más variedad en los tipos de sociedades para que puedan darse otros modelos de participación en las mismas; no se, crear sociedades dinámicas (SDs) en las que paquetes de acciones o participaciones pueden ser tenidas por entidades de crowdfunding (que serán las que se encarguen de gestionar las mini inversiones de sus “inversores”) haciendo más sencillo el paso de unos a otros inversores dentro de su fondo “dinámicas”)
– esto haría necesaria una definición legal más concreta de las páginas web que se dedican a recoger los fondos, alguna legislación específica de fondos de inversión “ágil”, donde puedas poner de manera “fehaciente” la suma de pequeñas inversiones para una empresa determinada con una contrapartida de “propiedad” en la medida correspondiente
– por supuesto habría que ver como un inversor es representado en las empresas en las que pueda invertir (máxime con mínimas participaciones) pero si se formula un tipo de sociedad en el que puedan existir estos inversores, puede preverse cómo se les va tratar a nivel representativo y de toma de decisiones (quizá ya lo sea invertir a través de un fondo), que una cosas es la conversión de su inversión si crece el valor de la compañía y otra distinta que puedan interferir en la dirección… aunque se deban poner medios para evitar los abusos
– ya que va a quedar todo perfectamente estructurado y registrado, debe haber un incentivo fiscal para los inversores, con independencia de que inviertan 500 o 1 millón de euros, si se pierde la inversión igualmente habrá que considerar la minusvalía de su inversión como incentivar las plusvalías que se generen y no se “retiren”

En definitiva si yo quiero participar una empresa con CVBan, por ejemplo, y soy un mindundi sin ahorros o pelotazos que me permitan invertir, si la misma asociación de Business Angels directamente tiene un vehículo de los que comento, o a través de las plataformas existentes convenientemente registradas, se me puede en cooperación con otros como yo dar una explicación detallada de mi inversión, de mi participación y su porqué, del resultado de la misma … sin que yo tenga que preocuparme más de lo que lo hago ahora, pero estructurando correctamente la utilización de mi dinero y quedando todo justificado de modo que fiscalmente esté bah control. Esto traería mayor transparencia al sistema.

Se trata de estimular la inversión más allá de de la ayudad “de buen corazón”, se trata de que cualquiera pueda hacerlo de manera estructurada para poder beneficiarse de un retorno o ventajas fiscales por participar en desarrollar la sociedad, a través de la inversión en empresas (que se supone debe derivar en crear empleo y por lo tanto riqueza, lo que hará progresar el país –e idealmente más allá del país–).

Al estilo de lo que parece hacer Socios Inversores, a los que he enlazado más arriba (que diferencia inversores de más y de menos de 200.000 €, justamente por lo que planteo participaciones agrupadas), el camino podría estar en que todas estas páginas de crowdfunding, crowdlending y crowdsourcing, las propias agrupaciones de business angels y otras entidades similares, sean apoyadas con instrumentos de gestión de capitales más ágiles y sencillos, en los que las pequeñas inversiones (pequeñas de verdad, de las que puede hacer un mileurista por un proyecto en el que cree) sean controladas, registradas y recompensadas… por supuesto sin que para el “pequeño inversor” suponga un gran trabajo, sino para las entidades que van a gestionar esos importes.

¿Qué se os ocurre a vosotros?