Parece que la palabra depresión se empieza a utilizar con excesiva ligereza. ¿Cuánta gente te dice “estoy un poco depre”?
El hecho es que, a veces, se ofrece medicación anti-depresiva a “enfermos” que, sólamente, están un poco tristes, un sentimiento humano, que forma parte de nosotros. Al menos así lo ha señalado el psiquiatra Gordon Parker. El autor mantiene que se está ofreciendo tratamiento anti-depresivo a muchos pacientes que simplemente estan tristes. De la muestra para su estudio se desprende que la mayoría de personas tiene un cierto nivel de depresión o tristeza, tantas que se podria considerar un estado normal y no una enfermedad.
En definitiva, la conclusión es que quizá se está sobrediagnosticando la depresión, al menos la depresión clínica.
En sentido contrario, el Profesor Ian Hickie opina que no es correcta la afirmación de su colega de sobrediagnosis de la depresión, ya que los pacientes responden al tratamiento anti-depresivo que se les ofrece, por lo que la depresión estaba correctamente diagnosticada. Además el incremento en el uso de anti-depresivos redunda en una disminución del número de suicidios. Su teoría es que para salvar vidas deben tratarse los casos “suaves” y no demonizarse la utilización de medicación. En su opinión, se ofrecen tan pocos tratamientos a las personas de riesgo que no habría que preocuparse por el exceso de tratmiento.
El debate está abierto y ya ha saltado a los medios según puedo ver en mis RSSs. Para muestra, un botón.
Mi opinión, desde luego (y sin tener ni idea de psiquiatría) es que la primera opinión me parece más acertada. Es como aquel correo electrónico que circuló por ahí, muchos nos hemos criado sin esquinas redondeadas en los juguetes, sin certificaciones de calidad y sin Prozac.
Algo más en lo que pensar…