Minimalizar el Consumo no es lo mismo que Minimizarlo | Mínimum Opus
“… De poco sirven los experimentos de los cien objetos, los ejercicios de mindfulness, aprender a manejar la avalancha informativa, o cualquier otra técnica de las que tanto hablamos en la blogsfera minimalista si la mayor parte del día la pasas sentado en un cubículo esperando ansiosamente que llegue la hora en que se acaba esa tortura cotidiana.
Una vez te redescubras verás que la división entre trabajo y ocio empieza a ser menos nítida: verás tu trabajo como un arte, algo que tiene sentido hacer independientemente del ingreso que te genera. Esto no solo alivia el impulso hacia el consumismo y otras formas de conducta evasiva, sino que lleva naturalmente a priorizarizar el gasto de dinero en todo aquello que te ayude a hacerte un maestro de tu arte, un hacker.
A medida que vamos adoptando el paradigma minimalista seguramente nos será más satisfactorio consumir productos y servicios producidos con criterios minimalistas, osea, por empresas que se toman su trabajo como un arte, satisfacen un nicho muy claramente definido, incorporan un alto grado de conocimiento e innovación en lo que hacen y ofrecen una excelente relación calidad-precio. Por lo general las empresas minimalistas tienden naturalmente a operar a pequeña escala, a tener relaciones armónicas con su entorno, y a organizarse horizontal ó cooperativamente.
Otro ángulo interesante para minimalizar el consumo es el de gastar más dinero en generar experiencias que en adquirir objetos materiales. … preferimos salir con amigos a comer o ir al cine que comprarnos ropa nueva, hacer un buen viaje que cambiar los muebles, o apuntarnos en un curso para aprender sobre un tema interesante que comprar un horno microondas nuevo. …”