“…La meditación no tiene nada de magia, pese a que la presentan de esa manera. No tiene nada de mística, pese a que nació al amparo de las ideas del budismo hace 2.500 años y más. La meditación solamente es el proceso de volver al estado de quietud natural de la mente, de manera que nos permita vivir con serenidad nuestra realidad laboral, personal y social. Una persona serena, tranquila, lúcida, es una persona que vive en estado meditativo…”