Compartiendo con @RafaelOliverTDC ideas… hace poco le decía a mi mujer cómo había pasado todo el 2013 buscando respuestas e iba tomando forma una nueva “visión”. Una parte de ella era la vuelta del marketing a mi escala de valores…
- El marketing al que he considerado el diablo por “crear necesidades que no existen” no lo es tal, el marketing es igual para las necesidades que sí existen. El marketing trae los ingresos, define los productos, dice el cliente, como bien dice Rafael no es sólo “marcom”, aunque eso sea básico
- En 2010 pensaba que lo mas importante eran los ingenieros…hoy los comerciales (los buenos) han recuperado el sitio que les corresponde. Y el departamento de marketing –si no hay “go-to-market” el producto no tiene sentido–
- La innovación se puede dar en distintos niveles, no sólo ha de serlo de producto sino también de modelos de comercialización (¿negocio?). La innovación abierta, la polinización cruzada –en cierto sentido la cultura del compartir– puede ayudarnos aquí. Escribí hace unos días sobre Apple:
…lo habitual suele ser innovar en las tecnologías de los dispositivos y se puede innovar en muchas otras cosas, como los procesos de comercialización, la intermediación, el control del usuario y su experiencia de uso, es decir en los modelos de negocio… por ejemplo. Por ejemplo, Apple también innovó en la comercialización de sus productos, a través de la creación de las tiendas Apple…
- En un coloquio en que me invitaron a participar dentro del máster de EBT ya comentaba que sugería, o pensaba yo al menos, que era más importante innovar cada día que proteger con patentes (he trabajado en PI y todo es cuestionable, sólo ganan los abogados). Tiempo después Enrique Dans publicaba “El síndrome del mal innovador”, fue muy gratificante leer un artículo suyo en ese sentido
Y ahora ha venido Rafael y ha plasmado en esta breve entrada algunas de esas ideas magistralmente, lo que me enorgullece y admira (por la capacidad de síntesis, que yo me enrollo cosa fina). No dejéis de leer Marketing e innovación, no hay nada más importante en las empresas (P. Drucker) | Dirección Comercial Blog