Luego vas y lo cascas… Una triste realidad en formato de corto. De verdad que la complacencia del ser humano consigo mismo no tiene límites … ¿o sí? Related Juan Tatay Galvany - silta2009-11-14T14:04:00+01:00November 14th, 2009|ideas, la vida misma, solidaridad| Share This Story, Choose Your Platform! FacebookTwitterRedditLinkedInTumblrEmail