Hace ya tiempo que leí este artículo en Expansión, que me dejó con los ojos como platos, la boca abierta y con ganas de comentarlo.
Los grandes terratenientes de la tierra en este siglo XXI son la Reina Isabel II y los Reyes de Arabia Saudí, Tailandia y Marruecos y el Sultán de Omán… Así las cosas Isabel II es dueña de 40 millones de kilómetros cuadrados, el estado ruso dueño de 17 millones, el estado chino dueño de 9 millones y medio de kilómetros cuadrados, el gobierno estadounidense 3 millones, el rey de Arabia Saudí 2,3 millones, la iglesia católica posee más de setecientos mil kilómetros, el rey de Tailandia 517.000, 457.000 el rey de Marruecos y 300.000 el sultán de Omán. La tierra tiene unos 150 millones de kilómetros cuadrados habitables. El valor de las tierras de Isabel II es de unos 26 billones y medio de Euros. Además de ser dueña de las ballenas, delfines y lobos marinas que habitan las aguas inglesas.
Kevin Cahill, autor de Who Owns the World, aseguró al diario económico que aunque los vasallos no han de darles tributo de sus cosechas, “la propiedad determina el uso. Aquellos a los que pertenece la tierra deciden qué uso darle: construcción, agricultura…”
Nuestra famosa duquesa de Alba, es la más importante terrateniente nacional, con 340 kilómetros cuadrados y de las más polémicas, pues recibe casi dos millones de euros al año en forma de subvenciones agrícolas de la UE.
El mismo Cahill explica que “los grandes terratenientes son los que se quedan con casi todos los subsidios agrícolas disponibles: en Europa esto significa 48.000 millones de euros al año, y en EEUU 12.500 millones de dólares. Además los propietarios obtienen beneficios de la revalorización de la tierra, lo que en Europa se traduce en aproximadamente 200.000 millones de euros anuales.”
Continúa Cahill “las consecuencias económicas son desastrosas. Al retener terrenos fuera del mercado, los propietarios provocan un aumento artificial del precio de la vivienda.”
Cifras mareantes, situaciones “increíbles, intolerables e injustas” que parece que el libre mercado irá llevando al sitio, a través de la liberalización de algunas de las tierras, la finalización de algunos derechos de propiedad y la atención al calentamiento global y el cambio climático.
No estaría mal que la cosa se repartiera un poco mejor…