El pasado sábado, salimos a cenar en Denia… dos parejas y un amigo más. Estuvimos dudando dónde ir, miramos las revistillas del lugar y en el anuncio de uno de los locales, vimos su web. Entramos Latitude Lounge Bar y fuimos seducidos por el aspecto del local (de las fotos del local) y por sus precios ajustados…

Más tarde, el amigo que venía sin pareja nos recomendó reservar en Sal de Mar y tras googlear y descubrir que tiene web con carta, decidimos que el precio era bastante más alto que el primer sitio y que quizá fuera excesivo, aunque J ya lo conociera y garantizara el resultado. Además ya habíamos reservado en el primero y nos supo mal cancelar.

Sí, habéis adivinado el final. Latitude resultó ser bastante malo. Parece mentira lo que puede hacer un buen fotógrafo por un local correcto, en la web parece la leche. En cuanto a la cocina, de 3 platos uno era excesivamente picante (sin avisar y sin recomendar como hacerlo más “amigable”), otro era un emperador, que es difícil hacerlo mal y quedó bastante seco y, por último, unas fajitas para compartir fue lo único decente. Fueron 3 platos principales porque se repitió uno y otro era para dos. Y la carta de vinos … tres vinos de la casa, uno, blanco, uno rosado y uno tinto. Y un tinto reserva (del que no quedaban unidades). Nunca me he arrepentido más de no pedir la hamburguesa, eso es difícil hacerlo mal.

Así que el razonable precio de la cena no se ajustaba a su valor o al que percibimos y acabamos bastante desilusionados con el local … el colmo fue cuando se equivocaron con el cambio y nos devolvieron por supuesto, de menos. Aunque se disculparon mucho, eso sí. El local no estaba a rebosar y el músico que anima la cena cantaba un montón de clásicos sin destrozarlos del todo.

En fin, salimos con la sensación de que lo barato sale caro: si pagas poco pero te gusta tan poquito que no te lo terminas y no lo disfrutas, a lo mejor habría merecido pagar de entrada más y apostar sobre seguro donde te han dicho que es un muy buen sitio. Menos mal que las ganas de disfrutar hicieron del resto de la noche un rato bastante divertido.

En fin “mea culpa” por no atender a la recomendación del habitual de Denia. Y un sitio pendiente de probar.