“si no hay resultados, no hay valores, no hay misión, no hay visión”

Origen: La Bonilista de @david_bonilla – Lecciones aprehendidas: El brillo en los ojos

Por edad yo siempre he sido empresario más que emprendedor. Si que es cierto que desde 2011 soy lo más parecido a un emprendedor, pero, como decía José Luis, es más un adjetivo. Yo soy un empresario emprendedor. Soy socio fundador de una empresa que tiene 23 años, que nació en el siglo pasado. Una empresa del siglo XX con mentalidad del siglo XXI.

Mucha de la gente que lee la Bonilista ha creado su propia empresa, o quiere hacerlo, o sueña con hacerlo. Quizás sueña con venderla y hacerse rica, quizás sueña con cambiar el mundo, quizás sueña con ser la empresa más importante en su sector. Esa ilusión es fundamental. Yo he pasado por todas esas etapas.

Una de las grandes responsabilidades como director de una empresa, de esas de las que hay millones en el mundo, es precisamente velar por los intereses, la satisfacción y el bienestar de su entorno, de todas las personas que lo forman. De clientes, de empleados, de socios, de proveedores, incluso de sus familias. 

Es un verdadero reto. Más aún cuando además debe producir beneficios económicos suficientes para hacer la organización sostenible en el tiempo.

Como suelo decir “si no hay resultados, no hay valores, no hay misión, no hay visión”.

No pidáis foco a los demás y sin embargo os neguéis a tenerlo vosotros; por mucho que os guste participar en la campaña de publicidad, o en el diseño de ese servicio, o en el roadmap de esa App.

¿Por qué no vas a seguir tú llevando el peso de las decisiones? ¿Por qué otras personas lo van a hacer mejor que tú? Pues porque tu foco debe ser otro, tu foco es ‘liderar’ ese proyecto. Que es en realidad lo que has estado haciendo durante todo este tiempo cuando no tenías a nadie, o a casi nadie. Tu misión ahora es transferir esa capacidad a tu equipo, transmitirles la confianza de que van a tomar las decisiones adecuadas.

Debes ser una guía, debes apuntar al horizonte. Cada camino concreto hacia ese horizonte lo debe marcar cada miembro de tu equipo. …

si alguna vez queréis tener la opinión, el consejo y la ayuda de una persona que creó una empresa hace 23 años y que todavía tiene el brillo en los ojos del primer día, contad conmigo. ¡Será un placer y una enorme satisfacción!