” … “La estrategia tiene que ver con la sosegada planificación a largo plazo, en contraposición con la táctica, que conecta con la agitada acción del día a día”
…
Cuando acudo a la consulta de un doctor, me habla de los nuevos estudios, observo que maneja libros, revistas científicas y las domina con soltura. Si tengo un problema legal, observo que nuestros abogados están constantemente leyendo, y dominan las novedades y sus implicaciones, estudiando los cambios y perfeccionando su conocimiento. Nuestros ingenieros, repartidos por el mundo, estudian con sumo detalle cada problema al que se enfrentan consultando estudios. Muchos de ellos están en la vanguardia y en revistas científicas.
Pero, ¿y los empresarios? Cuando me reúno con algún empresario, y lo hago a menudo, no encuentro ningún libro en su despacho, y alguno hasta se vanagloria de ello. Tenemos empresarios muy poco formados, con muy poca motivación para estar al día, por saber lo que pasa en el mundo, por cultivar y destinar fuerzas a mejorar lo que sabe y para aprender constantemente.
Ahí está el problema, y esos empresarios mandan mucho, deciden muchas cosas, y no premian ese esfuerzo por saber, conocer y mejorar. Y sin eso no hay innovación. No habrá innovación sin estrategia y sin entrenamiento …”