El disfrute generoso de la libertad con los demás es la marca del verdadero éxito personal y comunitario, el resultado natural de haber construido un espacio en el que el desarrollo de cada uno impulsa el de los demás.

Sobre el éxito – El correo de las Indias, David Ugarte

El éxito importa. Aunque lo primero sería, seguramente, no dar por hecho en qué consiste.

El criterio fundamental de éxito de una comunidad es que sus miembros se sientan orgullosos de pertenecer a ella, que no deseen estar en otro lado, ni haciendo otra cosa porque no eligen cada día ése como el entorno mejor para desarrollarse haciendo cosas con significado.

Por eso no tiene sentido darse como objetivo «crecer». A veces tendremos la oportunidad de ser más. Tendremos que valorar si podemos asumir la responsabilidad que comporta. Si la aceptamos, implicará tareas para todos. Pero incorporar nuevos pares no puede ser un objetivo permanente de la comunidad ni medir su éxito.

El primero es la igualdad. No significa que todos tengan las mismas responsabilidades o tareas. Se trata de afirmar la igual capacidad de cada uno para comprometerse y tomar responsabilidades y se manifiesta ante todo en la confianza y escucha mutua, pero también en su reverso cotidiano: la ausencia de miedo a tomar responsabilidades y decisiones individualmente.

Todo igualitarismo que descansa sobre comités, pedidos a la asamblea y procesos de aprobación, intenta ocultar que sus miembros no se atreven a ser adultos responsables e iguales.

no es el ejercicio de la decisión por mayorías o el juego del poder lo que nos hace seres más plenos, sino el de la libertad personal basada en la responsabilidad, la pertenencia y el aprendizaje con aquellos con los que hemos decidido vivir.

Por eso la decisión por mayorías y minorías se debe sustituir por el consenso desde el primer día. Consenso real, no acuerdos de mínimos comunes o mero consentimiento pasivo.
Puedes pensar que una decisión acarrea demasiados riesgos y aun así apoyarla solo porque lo que se puede aprender es más valioso que lo que crees que los errores costarían.

Pero lo que la historia de las comunidades nos dice es que, las comunidades que hacen bandera de su carácter productivotienden a consolidarse, prosperar y perdurar. Cuanto más productiva es la actividad en el mercado de una comunidad igualitaria más autónoma es la comunidad como conjunto, más espacio personal de decisión tienen sus miembros y más «impacto» tiene en su entorno.

una comunidad prosperará si sabe centrase en el bienestar y la mejora personal de sus miembros, si sustituye el juego de las facciones y las mayorías por los consensos y un amplio espacio de decisión individual, si renuncia no solo al proselitismo sino a tratar su propio crecimiento como un objetivo en si mismo y, si en lo económico aprende a ser productiva y generar abundancia, tanto hacia dentro como en el entorno.

«la vida es un pack», una conversación compleja donde todo influye en todo y los grandes errores se mezclan con cosas bien hechas que simplemente no pueden salir bien en ciertos contextos.