Vía Bucles una entrada que se quedó en la carpeta de pendientes de publicar y nos cuenta cómo afrontar la elección mediante el lanzamiento de una moneda (y mandar el azar a hacer gárgaras):

1. Se asigna una de las dos opciones a cada cara de una moneda.
2. Se arroja la moneda y se observa qué opción es la “elegida”.
3. Si sentimos tranquilidad o alivio por la decisión tomada por la moneda, entonces ésa era la opción que secretamente deseábamos. Si, en cambio, nos sentimos intranquilos o tenemos la tentación de arrojar nuevamente la moneda, entonces la opción deseada era la otra.

¿Qué opinas?