En Expansión publican la columna de Financial Times firmada por Lucy Kellaway, que el pasado 2 de mayo se titulaba “odio frente a dignidad”.

En ella, la aguda Lucy resaltaba en primer lugar la historia de la modificación de la película “Casino Royale” que se emite en los aviones de British Airways, en la cual la aparición de Sir Richard Branson (fundador de Virgin) como extra en un aeropuerto se ha cortado al tiempo que se desdibujaban los logos de Virgin.

Preguntado al respecto el jefe de prensa de BB.AA. fue incapaz de dar respuestas consistentes sobre la actitud de su compañía. Parece que la decisión de la censura, además, no venía de la alta dirección, sino del responsable de entretenimiento, lo que evidencia el odio hacia el competidor que una vez, hace ya 14 años, les ganó una partida… Menudo mal perder y qué energía derrochada odiando.

Como dice la autora: “La historia muestra lo letal que puede ser la competencia cuando se convierte en intensa rivalidad y odio. En la mayoria de los casos, la competencia es buena. Es impersonal e incita a las empresa a mejorar. La rivalidad intensa es mala. Distorsiona el juicio, se come el tiempo y te lleva a realizar actos mezquinos y estúpidos.”

La autora nos cuenta entonces cómo los ejecutivos Katzenberg y Eisner, rivales en Disney, llevaron su rivalidad; el primero acabó poniendo a su rival en el personaje Lord Farquaad en Shrek. Kellaway, la autora cierra con su socarronería el articulo diciendo:
“Moraleja: si puedes convertir tu discrepancia en un personaje animado que te haga ganar una fortuna, entonces vale. Si no, modera tu odio y aférrate a tu dignidad.”

Sin duda, una conclusión mucho más amable y menos cargante que la historia del libro 101 historias zen a al que yo me habría referido…