“…a la obligación de la felicidad para todos y al júbilo que se considera propio de la cultura del niño …”

Comando Dharma: las pildoras de la felicidad

La soledad y el desamparo, junto al estrés, son los principales agentes que llevan a la depresión y a la tristeza. Actualmente hay dos millones de deprimidos en el mundo, dos veces más que en 1950, la gran mayoría en el mundo occidental. 

La probabilidad de que un joven de hoy sufra depresión en su vida es el doble que la de sus padres y el triple que la de sus abuelos.




Actualmente, cuando el trabajador se ve sometido a un gran estrés laboral (la “explotación” antes), no se alista en un comité antisistema, toma ansiolíticos. Cuando el empleado no soporta más sus condiciones de trabajo no acude a los sindicatos, va al médico. Cuando las cosas van mal no es necesario darle más vueltas: se recurre a las “píldoras de la felicidad”. Zoloft o Prozac para la depresión, la melatonina para la juventud y el sueño, Viagra para la impotencia, Serotax contra la timidez, Aurix contra la fobia social. 



Los norteamericanos llaman lifestyle drugs a los preparados que deciden el estilo de vida, el estilo del cuerpo, el modelo del estado de ánimo, la alegría de la adaptación. Cualquier persona normal, golpeada por una desgracia o una injusticia, verá que le prescriben para la angustia el mismo medicamento que toma otro individuo con transtornos debidos a su estructura melancólica, porque lo importante es el remedio de la apariencia infeliz y su tratamiento como percance de jurisdicción médica.