He comprado iconic, un precioso libro sobre Apple, de Ridgewood Publishing. La compra fue sencilla en la página web de la editorial, metí la tarjeta para el pago y a esperar (impaciente).
Cuando llegó Correos para entregar el libro, me pidió algo más de 37 euros por “aduanas”. Y yo juraría que nadie me advirtió de tal pago (o al menos de que calculara mis impuestos aplicables y que los tendría que pagar para retirar el paquete).
El caso es que no podía pagar en efectivo, en mi línea habitual de no llevar efectivo, y tuve que ir al cajero a sacar dinero. Muy agradable el hombre de correos me acompañó hasta el cajero, buscamos cambio en un bar, pude pagarle y empecé a disfrutar del libro.
Lo primero que diría es que a los funcionarios de correos, con esos terminales que se gastan para firmar los recibos de los paquetes y demás… poco costaría dotarlos con un sistema de pagos con tarjeta. Eso de efectivo y sin cambio… es muy antediluviano.
Lo segundo, si pago las aduanas ya estoy pagando los funcionarios de aduanas ¿no? No tiene sentido que me cobren el IVA, un “servicio profesional” prestado por aduanas y el IVA de dicho servicio…
19,06 IVA import
14,98 DESPACHO
3,15 IVA despacho
Lo tercero, es que es muy sorprendente que el pago de aduanas, según comentaba el funcionario, sea algo aleatorio. Se compra mucho producto que viene de fuera y al final se hace muestreo de contenedores y todo lo que vaya en esos dos o los que se decida se revisa y se le carga lo que corresponda de aduanas.
Debería pagar todo lo que entra en el país. Punto. No me opongo a pagar, pero me molesta pagar por lotería; paguemos todos.
Por último… es que en 2016 me parece alucinante que una plataforma de pagos por internet no indique los costes de aduana y los cargue en el pago y los liquide en el país de destino o en su país que ya hará balanza de pagos con el país de destino.
Por favor, es una transacción electrónica en la que hay un origen y un destino, con unos impuestos por tipo de producto definidos (en destino) y la plataforma de pago moderna debería cobrar el producto para el vendedor en origen (comisión) cobrar los impuestos aplicables en destino (comisión), liquidar en el responsable tributario correspondiente (destino, u origen y que luego semanalmente se trasladen los países el contravalor). Pero no tiene sentido que no sepas si te lo van a cobrar… o que te adviertan que quizá te lo vayan a cobrar.
Sabríamos de cuánto se trata desde el inicio. Pagaría todo el mundo. Los países tendrían ese intercambio económico más claro…
Ideas para las #fintech.