Interesante, aunque breve, entrada sobre moda e identidad en Bajo la Línea.
Explica magistralmente porqué, aunque siempre he querido una Harley, aún si me la pudiera permitir ahora posiblemente ya no la compraría. La percepción del cambio de usuario de esta marca (de Centurión a Ejecutivo) es la responsable.
De la misma manera, eso me recuerda a las entradas en el blog de Fake Steve Jobs en las que se lamenta de que “petardas” como Lindsay Lohan o Britney Spears tengan un iPhone, porque no es el usuario “cool” que –supuestamente– Steve Jobs querría.
Como concluye Juanjo Rodríguez, esta teoría defiende que, en lugar de que las cosas dejen de estar de moda porque acaban siendo aburridas, la gente lo que no quiere es emitir la señal de pertenecer a un grupo no deseado.
Un interesante planteamiento que debe hacer pensar a algunos ejecutivos.