La cultura del lujo es un tema recurrente en mi cerebro. Ya hace un tiempo puse unas letras sobre ello.
Por si fuera poco, el que ahora existan Ferias para Ricos no contribuye a aplacar mis dudas existenciales sobre la inconmensurable imbecilidad del ser humano.
Aunque disiento de la opinión del columnista, los productos de allí no me parecen masstige (se habla de importes altísimos) y tampoco Uber Premium, que requeriría mayor exclusividad, algo que no puede darse cuando el producto es difundido en una feria. Pero bueno, eso son matices que sólo preocuparían a un adicto a la gestión, lo verdaderamente sorprendente es que se den estos eventos.