Esta mañana leía en cibertito la triste historia El profe : 1 – Tito: 0 (La vida no es justa!)… y recomendaba en twitter que lo apoyaran, pues yo lo he visto desde el iPhone, tenía que registrarme, no tenía 3G … esas cosillas. Lo que relataba Tito es, según su propio resumen:
En la siguiente clase, el profesor nos entregó las notas y adivinen qué? obtuve un “1.0“. Mi aplicación fue la más rápida y con un buen diseño, pero obtuve un “1.0“. ¿1.0? Esto es injusto, no hay duda al respecto! Cuando fui a hablar con el profesor acerca de mi nota, me dijo: “Lo siento Tito, tuviste que usar Oracle y es todo! por favor, no más debates al respecto“.”
La verdad es que la cosa me ha fastidiado porque sabe mal, me recuerda al responsable de sistemas de un gran grupo hospitalario que me decía que tenía todos los servidores Windows, menos uno Linux; el cuál iba a quitar porque de todo su equipo de trabajadores (entre 8 y 12) sólo uno sabía de Linux además de Windows y no quería depender de él para administrar el servidor en cuestión. Aunque pudiera ahorrar un montón de euros al grupo PARA el que trabaja migrando paulatinamente a software libre, aunque fuera más inteligente contratar gente que supiera de varias plataformas (aunque cobren más) que de una sola, aunque sólo fuera para no mostrar sus propias limitaciones y miedos a algo que se le escapa. Cómo el dijo, “Windows no es muy bueno, todos los sabemos, pero sabemos cómo arreglar sus problemillas”. Ya te digo, reconociendo tus propias limitaciones. Ojalá se enterará el director general, alguien encontraría un trabajo de mucha responsabilidad pero me parece que bien pagado. En fin…
Más tarde leía un especial de Gaceta Tecnológica sobre Open source en educación, y alucinaba con como se comen las p0llas las diferentes asociaciones, agrupaciones, fundaciones, agrupaciones políticas, universidades y demás para reinventar la rueda (utilizar en serio el software libre en la administración) y acabar encontrando un éxito que en algunos centros educativos se instalen en los equipos dos particiones, una con Windows y otra con un Linux cuyo nombre represente a la comunidad autónoma dónde se distribuye… y sacar así dinerito de las subvenciones que por ahí circulan. De paso el Gobierno de turno contento porque queda muy bonito poder decir que se han destinado “tantos” millones al desarrollo e implantación del software libre. Y luego lees en la revista de Greenpeace que hay subvenciones por millones de euros a un armador que es conocido por tener barcos de pesca piratas.
Entiendo que los de las agrupaciones, asociaciones y demás “ones” deben justificar su puesto de trabajo y hasta su existencia, además de los viajes, congresos, reuniones (de esto me gustaría hablar otro día en profundidad) y parecer muy “busy”, así como no acpetar la solución de la comunidad autónoma vecina que a lo mejor lo ha hecho bien, pero claro nosotros vamos a hacer la nuestra y reinventemos lo reinventado, en vez de decir al que lo ha hecho bien “chapeau”, como es open source lo cojo y con dos modificaciones lo utilizo.
Para desarrollar software no hace falta un desarrollador, 100 instituciones y una consultora definiendo qué hacer y llevándose gran parte de la subvención, sino 100 desarrolladores con un objetivo. Así se sacan los proyectos.
Pero claro con tantos justificando el puesto, necesariamente el objetivo no ha de estar definido con claridad y enotonces hace falta la consultora y entonces hay que pedir la subvención porque la consultora ha de cobrar y entonces … eso. Entonces nada. Páginas y páginas, de celulosa o web, sobre lo que se va ahacer lo lento que se ha hecho en vez de empezar de verdad por los cimiento son soluciones abiertas escalables basadas en estándares.
Ánimo cibertito!!!! Y dinos el nombre de la universidad (a ver si bajando el número de matrículas se enteran de que en su mercado también hay que competir por el cliente/estudiante) y el del robotito (profesor es un término que le queda grande) que te lo hizo para su público escarnio.