Ya hace unos días leí un texto que me pareció muy razonable sobre el exceso de protagonismo de las herramientas en la red en las revoluciones de Túnez y Egipto. Justo cuando andaba yo pensando que realmente si aquí acampara un montón de gente enfrente del Palacio de la Moncloa, durante un mes, a lo mejor conseguiríamos que el gobierno renunciara. Supongo que creemos tener mucho que perder para meternos en un lío así … ¡una revolución!!
En fin People, Not Things, Are The Tools Of Revolution:
“… Some are using that moment to praise the social media tools used by some of the protesters, and the role the internet played in fueling the revolution. While it’s plain that these things were part of the process, I think the mindset of the online world creates a risk of overstating their importance, and elevating something useful, even powerful, to the status of essential. The people of Egypt made use of what means they had available, just as every oppressed people has in history.
Twitter and Facebook are indeed useful tools, but they are not tools of revolution — at least, no more than Paul Revere’s horse was. People are the tools of revolution, whether their dissent is spread by whisper, by letter, by Facebook, or by some means we haven’t yet imagined. What we, and the Egyptians, should justly be proud of, is not just those qualities which set Egypt’s revolution apart from the last hundred, but those which are fundamental to all of them.
… “People with a grievance will always find ways to communicate with each other. How they choose to do it is less interesting, in the end, than why they were driven to do it in the first place. …
In the end, the only point I really want to make is simply this: the internet is neither necessary nor sufficient for a revolution. An outraged and unified population is both.”
Días después Enrique Meneses en “Del mayo francés al enero egipcio” insiste en la importancia de las herramientas para la difusión de las ideas:
“… Enseñamos a los taliban a luchar contra la URSS comunistas en Agfanistán y ahora nos combaten a nosotros con armas y adiestramientos que nosotros les dimos. Pensábamos que nuestra fuerza residía en la forma inteligente en la que habíamos ensartado una cadena de strapas cuyo respeto por la vida de sus ciudadanos era mínima pero suscitaba débiles protestas de organizaciones privadas y oenegés. Lo que les pedíamos era lealtad absoluta y mantener, entre todos ellos, el muro de contención, primero contra el Comunismo, luego contra el fundamentalísmo de al Qaeda y ahora, en la vieja filosofía política, se debía aplastar la sublevación iniciada en Túnez, y en Egipto. Obama y Europa, se encontraron con los esquemas cambiados. La América conservadora apareció pidiendo que se apoyase a Hosni Mubarak y aplastase el grito del pueblo reclamando su derecho a la libertad y la democracia.
…
Los mandamás de este mundo eran especialistas en montar altas murallas medievales para aislar un enemigo que existía para protegernos de un enemigo todopoderoso que amenaza nuestra libertad en la que se sienten felices algunos con la corrupción repartiéndose la rapiña de otros pueblos defensores de nuestra democracia en el cordón sanitario que nosotros creamos para protegernos de los bárbaros. Pero aquel invento de internet se había popularizado rápidamente reduciendo la importancia de los controlados medios de comunicación de las diversas “nomentacluras”. Y los jóvenes del mundo entero, se apoderaron de la información y fueron razonables: Pidieron lo imposible: Su libertad y su democracia. …”
Pero las herramientas deben aprender a usarse en la escuela, los profesores deben apoyar su utilización:
“… The hype about information technology has actually been pallid and meek, despite what most people think. We see before us how human energies, building over years of control, can be released through social media. In academia, we need to better understand the social media phenomenon. We inevitably have chosen on campus after campus the control face of ICT–management tools for existing practice or process to reinforce the status quo. Choosing the autocratic/control face of ICT and not the freedom/democratizing face may not serve us very well at all.”
Por ello es importante la neutralidad de la red, algo a lo que se oponen radicalmente ciertas fuerzas políticas:
” … Mientras que el partido demócrata y la Casa Blanca defienden que la FCC puede regular en materia de internet y que el acceso debe ser neutro, el partido republicano quiere limitar la capacidad de actuación de la FCC y favorecer el desarrollo de la Red con menos regulación.
Durante el debate de anoche, el republicano Steve Scalise argumentó que las medidas en defensa de la neutralidad en la red son un obstáculo para la innovación y creación de empleo. Sin embargo, el partido republicano también persigue, con medidas como ésta, limitar las competencias de la FCC.
“Creemos que si la FCC se queda sin autoridad sobre las comunicaciones en internet, estaremos abriendo las puertas al abuso por parte de muchas compañías con grandes intereses económicos”, defiende Timothy Karr, director de campaña de la organización Free Press, que defiende la neutralidad en la Red. …”