Leo en el siempre interesante “El Blog Salmón”, las propuestas de uno de sus lectores: recortar la jornada laboral (sin recorte de salario) y adelantar la edad de jubilación, como medida para dinamizar el empleo (empresas que contraten más gente porque realmente la necesitan y contratación de puestos “jubilados”) … por lo tanto activar el consumo y sin demasiados dolores a la masa trabajadora, que sin recortes puede estar más dispuesta al consumo. No suena mal, salvo en el cortoplazo. Y este es el país del pelotazo. Aquí la ética del esfuerzo no está bien vista y encima dejamos que nos importe lo que digan los demás.
Algunos aportes en los comentarios son muy inetresante, especialmente uno que habla de descargar de costes salariales a las empresas. Pagar dignamente cuesta mucho y para lo que nos da a cambio la administración…
Y añado ¿alguna ayuda (vía descuentos en la tributación) en las familias que sólo estuviera empleado uno de los dos “cónyuges”, de manera que hubiera un poco más de reparto de los puestos y todo el mundo fuera capaz de mantenerse aunque fuera con menos?
Por supuesto requiere una revisión de la sociedad de consumo, de la huida hacia delante del “sólo se puede ser más grande”, una revolución del sistema financiero y, en general, un patas arriba del sistema actual en el que nos hayamos inmersos. Pero las cosas hay que plantearlas.
Genial la aportación del comentarista que enlaza el vídeo de Julio Anguita: