Bueno quiero decir en el “buen sentido”, a derechas son todas las acciones (económicas) recientes de Rodríguez Zapatero y en contra del procomún las que no tienen que ver con la economía.
Con lo bien que empezó, con su buenismo que, a mi, ¡oigan! no me parecía malo, más bien al contrario. Pero se quedó en un buenismo vacío de las acciones socialdemócratas que cabía esperar del gobierno socialista. Aprovechó el tirón de la burbuja en su primera legislatura y en la segunda o no se enteró de la crisis o nos mintió y negó que esta llegara … y no se que es peor.
Para acabarlo de arreglar en vez de reducir el gasto la solución fue plegarse al dictado de los representantes del consenso de Washington en europa: Sarkozy, Merkel y Cameron
La verdad es que aprovechando que no le queda nada y aún tiene un rodillo parlamentario, yo daría un golpe de efecto, trataría de devolver al partido socialista su carácter natural socialdemócrata (reforzándolo para las generales, desde luego no con nadie que sea hoy “visible” –mezcla de trepas y viejas glorias–) y trataría de devolver al ciudadano algo de confianza en las instituciones gobernantes:
– políticas nacionalizadoras de algunos asuntos
– políticas flexibilizadoras del empleo
– cambios profundos en la ley electoral
– recorte de los privilegios de los políticos
– separación de poderes legislativo y judicial
– inversiones en sanidad, educación, justicia y control del fraude fiscal
Todo esto, sobre lo que me gustaría ir extendiéndome en una o varias entradas futuras, necesito expresarlo ya –deprisa y corriendo– cuando veo decisiones, últimos coletazos, del Gobierno Zapatero que tampoco parecen ir en muy buena dirección, como el proyecto de ley de agilización procesal (vía ATTAC). Es fácil, los jueces necesitan recursos, esos que se destinan a los privilegios de los políticos y al despilfarro público. La complejidad jurídica de un asunto no depende del importe en juego; no puede amedrentarse al ciudadano con las costas en los contenciosos administrativos (ya habían medidas para evitar la mala fe).
Caramba, presidente, para lo que le queda dentro … haga todo lo que pueda, peor ni vamos a estar, ni va usted a quedar. A lo mejor hasta arregla algo su imagen y la del partido.