Leyendo esta entrada sobre cómo Google utiliza la Meditación para aumentar su creatividad y eficiencia | Historias de un practicante zen he recordado algo que he leído esta misma tarde sobre como una buena “historia” puede destacar nuestra empatía. Dice la entrada sobre Google:
“… También, asegura, disminuye el nivel de cortisol en sangre y eso, a su vez, disminuye el estrés. El cortisol es una hormona neurotóxica capaz de arrasar las terminaciones neuronales y disminuir así la capacidad de memorizar y de aprender.
Además, en un trabajo llevado a cabo con la Universidad del País Vasco y el Colegio de Médicos de Bizkaia, ha demostrado que meditar baja la tensión arterial y mejora el sistema inmune. “El cortisol afecta a nuestras defensas, de manera que si conseguimos reducir el nivel de esta hormona tóxica, también mejoramos nuestras defensas naturales contra las enfermedades”, dice Martín, autor del libro Con rumbo propio (Plataforma).
Meditar también beneficia nuestra capacidad empática. Al ser capaces de calmar la mente, podemos estar en contacto con nosotros mismos y al mismo tiempo con los demás, como demostró un experimento emprendido por Andrés Martín con 84 profesionales del ámbito de la salud en Barcelona. Entrenó a médicos y enfermeras durante un año en mindfulness y al acabar el programa estos afirmaban sentirse menos irascibles y ansiosos; consiguieron reducir el estrés que sentían y, sobre todo, aumentaron los sentimientos de empatía y compasión, esenciales para tratar con los enfermos …”
Estas ¿hormonas? parece que se liberan en el caso de la meditación y, por lo que escribía Dolores Reig en Buenas historias para buenas acciones: vídeo sobre storytelling y su correlato cerebral, parece que también en la escucha de una buena historia (que nos genere interés).
“… observa la reacción de la gente al visionarlo, destacando cómo se desatan dos tipos de emociones, angustia y empatía. Se liberan a la vez dos tipos de sustancias asociadas con estas: el cortisol, que se libera en situaciones de potenciación de la atención, en este caso provocadas por la angustia y la oxitocina, que se relaciona con situaciones de conexión emocional, cuidado de los demás, empatía
continúa explicando cómo ambos sentimientos parecen correlacionar con la generosidad que mostramos, probando que ciertas narrativas pueden favorecer la cooperación. En efecto, los niveles liberados de oxitocina y cortisol permiten predecir el grado de generosidad demostrada en el experimento hacia extraños, hacia asociaciones de ayuda a los niños, etc. …”
Así que meditar es una buena historia … !?!?
Así que meditar es una buena historia … !?!?