Tenía esta entrada por ahí perdida hace un montón… puede que desde 2009 o 2010 😉
Soy un tipo al que es muy sencillo convencer de algo con argumentos lógicos. Lo que significa que si los argumentos son lo suficientemente buenos, me puedes convencer de una cosa un día y de la contraria el siguiente. De ahí que me guste darle muchas vueltas a las cosas y pensar en ellas una y otra vez desde varios puntos de vista, aunque eso, desde luego y desgraciadamente, no me convierte en lo que podríamos llamar “un intelectual”. Digo desgraciadamente porque los intelectuales, a mi entender, además de pensar y crearse una opinión, son capaces de expresar sus opiniones con gran claridad. Ojalá yo lo consiguiera.
El caso es que acabo de leer “El Banquero Anarquista”, un ensayo escrito en 1922 por Fernando Pessoa. El razonamiento lógico a lo largo de todo el ensayo es incuestionable, plasmando perfectamente, al menos hasta donde yo entiendo, el ideal anarquista.
Cierto es que la primera vez que lo lees el tío te parece un caradura, pero la segunda ves que no hay resquicios nada más que subjetivos y culturales para plantearte su maldad o bondad … un interesante ensayo, de esos que te hacen pensar y reflexionar, en mi caso concluyendo en cómo términos desacreditados como liberal y anarquista, a veces contrapuestos como antónimos por los que se apoderan de unos u otros, pueden acabar tocándose y cómo desacreditarlos por quienes los utilizan no es la mejor idea.