He estado viendo el iPad Pro en el AppleStore… ya no entiendo nada, me acabarán quitando el carnet de “maquero”… bueno, el de Apple Fanboy, porque el Mac me sigue gustando mucho mas que los iDevices de la marca de la manzana mordida.
Cuando salió el iPod, escribí uno de mis primeros artículos sobre Apple, en el veía el futuro del iPod como algo que además de música llevara contactos y agenda y algo de información (como en aquellas agendas digitales) o como lo que luego sería el iPod touch, como algo que aunara las PDAs de moda entonces, la música “to go”, un buen block de notas, incluso puede decirse que se veía venir el iPad (ya en 2003), porque el tamaño que proponía en este otro artículo era iPod gigante o un portátil pequeño, tamaño “A5” aproximadamente**1, un dispositivo que fuera una extensión del ordenador de sobremesa y que no me hiciera ir con PDA, reproductor de MP3, un miniportátil de pantalla táctil.
No metí el teléfono en mis cosas aunque pensé en que tuviera wi-fi (Apple usaba iChat entonces, precursor de Facetime). La paradoja de la innovación: la mayoría sólo podemos imaginar lo que conocemos.
Yo tenía una funda de agenda de papel de ese tamaño aproximadamente, y me gustaba llevar en ella los diferentes gadgets que necesitaba en “movilidad”. Yo quería un portátil pequeño sin teclado, pero no quería una nueva forma de manejar mis archivos… ahí empezó el lío, una sustitución de la metáfora de escritorio por lo que quiera que sea el nombre de la actual “metáfora” que usan las apps… ¿la metáfora de los documentos?
Por supuesto ¿qué importa lo que yo, particularmente, quiera?Pero se que el iPad Pro no es para mi. Hoy he salido a una gestión sólo con el móvil y el iPad (un modelo antiguo, el primer retina display) en vez de con mi mochila con el portátil y cables, cargadores, carpetas con papeles… y como era cerca de la tienda Apple en la calle Colón, en Valencia, he pasado a ver si le echaba una ojeada al iPad Pro. Y así lo he hecho.
No me ha disgustado… de hecho los primero minutos me ha parecido magnífico; pero, aunque ligero, es grande… mucho (demasiado para mi). Algo tan grande no lo llevaría en la mano como el iPad o un MacBook Air de 11 pulgadas… (o el iPad mini), que se llevan como aquella agenda A5 que os decía, pero en modo mucho más delgado y con muchas más funcionalidades 😉
Para el iPad Pro creo que necesitas una bolsa, mochila o un portadocumentos ya formato folio… como con los portátiles de 13 pulgadas, aunque sea mucho más ligero. Para disfrutar de su uso (por esa gran pantalla) requiere más que nunca un teclado –con tanta pantalla ocupar casi el 30% con el teclado virtual no tiene sentido), además, el teclado obliga al uso “de lado” (como un portátil) y has de interactuar entre el teclado y la pantalla táctil, subiendo y bajando la mano de una al otro… (¿se puede vincular el magic trackpad al iPad Pro?).
Necesitamos las dos manos para “mantenerlo” (o todo un brazo si lo reposamos sobre el antebrazo) y en plano con el stylus, quizá se dibuje qpero la comodidad de hacer click en el botón home y algunas otras cuestiones… no las veo tan “adaptadas”.
Por lo cual, igual nos daría tener un laptop… y encima en el portátil tenemos trackpad lo que no nos obliga a interactuar con la pantalla y el teclado. Tenemos una zona de introducción de datos y movimiento por la pantalla y una pantalla…
A mi juicio, no tiene las ventajas del iPad por tamaño (¡ay! si el iPad sirviera de teléfono, con un auricular/micro bluetooth) y ergonomía… y si es casi tan potente como un Mac pero con un sistema a mi juicio “inferior”… creo que ese equipo no se ha hecho para mi.
Por supuesto, habrá a quien le acople. Pero que no me hagan comulgar con que es el único cambio posible en la informática (no hay tal cambio, los datos entran por teclado virtual o real, hay que interactuar con puntero (ratón, trackpad o dedo…).
Sigo viendo gran valor en el MacBook y el MacBook Air de 11 pulgadas… llamadme “viejo”.
**1.
Uno de los productos que sigo viendo más creíbles, dado el interés de Apple por las tecnologías portátiles, es algo superior a una palm, pero que no se presentará como PDA, porque será algo muy superior. Se parecerá a un Palm en que los datos se introducirán sin teclado, en la pantalla táctil. Con la tecnología ink y los estudios previos que se desarrollaron con el Newton me parece posible. Como comenté en un post de “peticiones a Apple”, un ordenador tamaño A5, sin teclado, con un procesador G3 o ahora ya G4, pantalla táctil color y una versión reducida de Mac OS X y con puertos variados sería una herramienta para la vida digital, sin las limitaciones de memoria y procesador de los PDAs y sin las limitaciones de tamaño y prestaciones (por tener que dar muchas) de los portátiles.