Sí, se impone volver a los blogs (y a los sistemas independientes de valoración de contenidos).
Lo ideal sería que las personas construyeran grandes comunidades en línea y participaran en la esfera pública sin permitir que ninguna empresa construya un detallado informe sobre ellas.
¿Por qué hemos conseguido alcanzar lo que a menudo se denomina como la época dorada de la televisión, con sofisticados programas culturalmente influyentes que no suponen un insulto para nuestra inteligencia? No se debe a que las cadenas hayan dejado de emitir porquería. Se debe a que la audiencia está más fragmentada que antes, gracias al auge de la transmisión pública y de la televisión por subscripción y de los servicios de streaming y muchos otros desafíos a las grandes cadenas televisivas.
MIT Technology Review | Necesitamos alternativas a Facebook, la gran ‘caja tonta’ de internet
La red social está tan presente en los hogares como antaño lo estuvo la televisión, es un increíble éxito financiero y transmite un montón de porquería. Lo importante ahora es analizar los motivos por los que Minow consideraba que el enorme erial de la televisión suponía un problema.
Minow ya lo tenía claro en 1961: “Creo que la mayoría de los problemas de la televisión nacen de la falta de competencia”. Afirmó que estaba ansioso por que se produjera un aumento de los canales disponibles mediante nuevas tecnologías, como frecuencias ultra altas (UHF, por sus siglas en inglés), la televisión de pago y las transmisiones internacionales. Y dijo que intentaría reforzar las cadenas locales que mejor sirvieran a sus respectivas comunidades. El responsable sentenció: “Me preocupa mucho que el poder se concentre en manos de las cadenas”.
Facebook no es una red de ideas. Es una red de personas. Y aunque tiene 2.000 millones de usuarios activos cada mes, uno no puede plantearse empezar a intercambiar opiniones con todos ellos. Como aconseja Facebook, los amigos de Facebook generalmente son personas a las que ya conocemos en la vida real. Este efecto aumenta las probabilidades de que la red social estimule el pensamiento único.
Uno de los aspectos más interesantes del discurso del “enorme erial” de Minow es que su deseo de aumentar la competencia de la televisión ayudó a inspirar la expansión de las transmisiones públicas en Estados Unidos. Y tal vez sea hora de realizar un esfuerzo similar para apoyar una mayor variedad de redes sociales.
Puesto que las alternativas no comerciales no necesitan captar tantas datos privados, tendrían más probabilidades de probar nuevas estrategias para estimular las interacciones entre la gente. Tal vez desecharían el modelo del muro que premia el carácter viral más que la importancia. Tal vez algunas dependerían más de algoritmos para servir historias e ideas, mientras que otras dependerían de moderadores humanos para elevar el debate y eliminar los abusos al echar a los troles y eliminar las mentiras.