No soy filósofo, ni sociólogo, pero creo que el conflicto armado, la disputa con las manos, la intolerancia, la violencia … no son posibles cuando entre las dos partes en confrontación se es capaz, a través de la educación, de diferenciar la diversidad de opiniones de la necesidad de liarse a tortas.
Un poco por estas consideraciones y también un poco por prepararme para unos cursos que era posible que tuviera que impartir, decidí realizar el CAP (Curso de Aptitud Pedagógica) en 2006, y en la memoria utilicé unas ideas de un documento de Apple que cayó en mis manos y del que, sorprendentemente, he conseguido borrar todo rastro…
El documento habla de la enseñanza personalizada, como contraoferta a la enseñanza de “café para todos” existente en la actualidad y esta era mi manera de expresar algunas de sus ideas:
“Con los medios tecnológicos actuales y la mayor parte de las infraestructuras ya implementadas, por qué no se financia la inversión tecnológica (y no solo los ordenadores, sino las telecomunicaciones, porque es en la red donde reside la fuerza de los mismos) para orientarnos a una enseñanza personalizada. Cuando nos hemos convertido en un país de servicios, dejando la era industrial detrás, tanto por la deslocalización empresarial como por la propia evolución de nuestra economía, nuestra educación sigue respodiendo a un modelos de enseñanza industrial, de café para todos, en la que no se cuenta con el bagaje cultural, las preferencias educativas, las ambiciones ni las capacidades (o incapacidades) de los alumnos.
Con un planteamiento de enseñanza personalizada el profesor se liberaría de la dieta única para sus alumnos, frustrante puesto que no todos la pueden seguir igual ni les va a afectar igual. El profesor podría ser creativo y, por lo tanto, al desarrollarse interiormente, alcanzar una mayor plenitud en su realización profesional, una de las de mayor vocación.
Con la enseñanza personalizada, la edad y la procedencia geográfica de los alumnos no tiene mayor importancia. Simplemente se agrupan en las materias de su interés, de las que los profesores, en lugar de limitarse a los libros de texto o a los PDFs en la intranet, orientarán a los alumnos para que éstos encuentren por sí mismos el conocimiento en otras fuentes.
A través de la enseñanza personalizada y las clases virtuales, los alumnos descubrirán que no se trata de aprender sobre tecnología, sino de aprender sobre el lenguaje, como escuchar, como escribir y cómo expresarse claramente.
Lógicamente el absentismo bajaría a través de la enseñanza personalizada, no hay que llegar a clase ni trabajar en el horario establecido, sino cuando a uno le convenga, de este modo los alumnos trabajan más y la calidad de la enseñanza mejora. El ritmo de estudios, además mejora de manera sustancial, puesto que un alumnos puede pasar de ser “el último de la clase” (y desmotivarse) a descubrir que a su ritmo puede ir superando obstáculos, marcándose sus propios objetivos. De esta manera la disciplina se la impone el mismo alumno.
El aislamiento es uno de los miedos en la enseñanza personalizada, pero se ha de considerar que la personalización difiere de la individualización en su enfoque colaborativo. Los alumnos no se sentirán aislados en un foro que los agrupe, no por edades, sino por intereses. De esta manera, a través de la ayuda que se presta a otros en los foros, se cataliza el propio aprendizaje. Suena ligeramente a “wikipedia”, pero el reto de los profesores es controlarla sin censurarla y su motivación para estar al día. Si a ello añadimos un ambiente de enseñanza virtual, con una buena intranet con recursos, control de trabajos, resultados, recogida de opinión de los alumnos… encontraremos que el aislamiento no es un factor a temer.
La enseñanza personalizada es la construcción frente a la instrucción. El paso de los libros de texto a los PDFs no es suficiente. La verdadera enseñanza no es distribuir contenidos educativos a los alumnos, sino la interacción con las personas y los contenidos para crear tu propia enseñanza. Este misma afirmación, desde el punto de vista del alumno es válida igualmente: el aprendizaje no es que te den “algo que estudiar”, sino que a través del intercambio de opiniones con otras personas y de la criba entre diferentes contenidos el alumno se genere su aprendizaje.
Del mismo modo, la enseñanza personalizada es la creación frente al consumo. Aprender a través de proyectos imaginativos que requieran crear algo, mucho más que a través de consumir información, sea ésta o no digital. Hay que ayudar a los alumnos a que se ayuden a sí mismos. Es el modelo de negocio de Google: no tienen la información pero te ayudan aencontrarla por ti mismo. O el de eBay: no venden nada pero te ayudan a comprarlo a quién sí lo quiere vender.
Del mismo modo, la web antes era un montón de “sites” mandando información a quién los visitaba. ¿Qué es hoy? La web 2.0, un lugar donde los usuarios crean el contenido. La enseñanza personalizada significa que el estudiante puede hacer sus propias contribuciones. En cuanto a los profesores… efectivamente podría darse el caso de que los alumnos dominen más la herramienta que el propio profesor, pero ahí está el reto y va decreciendo en la medida en que los formadores se renuevan. Evidentemente el perfil tecnológico de quien se jubila dentro de 10 años no coincide en nada con el del que se incorpora ahora, tras un proceso de estudios “normal”.
Es el momento de iniciar la transición de las “fábricas de enseñanza” del siglo pasado a la enseñanza personalizada, que trata de hacer un traje a medida de las habilidades, la cultura y las ambiciones del estudiante.
A través de la enseñanza personalizada se elevarán los estándares educativos porque:
- Crece la atracción del estudiante por sus estudios (los elige él, en base a su persona)
- Crece la motivación de los profesores porque les permite pasar del café para todos a una enseñanza a medida, más creativa
- Ayuda a los estudiantes a superar los límites geográficos y de edad respecto a lo que quieren aprender y a despojarse de la tímidez o el pánico de ser “el último de la clase”
- Sin desatender que, a diferencia de la enseñanza individual, la enseñanza personalizada parte de un planteamiento colaborativo y que reside en el profesor animar a los alumnos a hacer dar un enfoque creativo a su aprendizaje y supervisar el resultado.
Lo que significa que la enseñanza personalizada requiere un cambio de paradigma en la práctica educativa desde la instrucción hacia la construcción.”